Moncayo en Otoño
Moncayo en Otoño

Cualquier época del año es buena para darse un paseo por la Montaña Mágica, pero sin duda la mejor de todas por su espectacularidad y contrastes, es el otoño. Los rojos, naranjas, ocres y amarillos tiñen el verde de las laderas por cualquiera de los senderos o carreteras que ascienden hacia las zonas de esparcimiento de Agramonte o el Santuario.

Ubicada en el sector central de la Cordillera Ibérica y a caballo entre las cuencas del Duero y del Ebro, la cumbre del Moncayo, también conocida como Pico de San Miguel, está situada en la vertiente norte, más húmeda y fría. Sus 2.315 metros de altitud la convierten en uno de los picos más relevantes de la península ibérica.

Podemos encontrar decenas de rutas para disfrutar del paisaje y ascender a la cresta.

La sierra del Moncayo se alza extensa sobre el resto del Sistema Ibérico. En la confluencia de los reinos Navarro, Aragonés y Castellano, los romanos le dieron el nombre de ‘Mons Caunus’ (el Monte Cano) por el color blanco de la nieve que prácticamente en la totalidad del año tiñe la parte más alta de su cumbre. La montaña nos descubre tres circos, que reciben el nombre de hoyas: Hoya San Miguel, San Gaudioso y Morca, las tres de origen glacial. El macizo del Moncayo tiene tres cumbres de más de 2.000 metros de altitud y otras tantas más secundarias:

• El propio Moncayo, de 2315 m.
• Peña Negra, de 2.118 m.
• Lobera, de 2.226 m.
• Otras secundarias son San Juan (2.283 m.), Morca (2.273 m.) y Peña Negrilla, (2.171 m.)

Todo este espacio de alta montaña precedido por bosques en las laderas, configuran el Parque Natural de la Dehesa del Moncayo con una actual superficie de más de 11.000 hectáreas. En época otoñal resulta una auténtica delicia adentrarse en sus densos bosques en los que dominan las encinas y carrascas junto a rebollos y pinares silvestres a lo largo de barrancos, muelas, cumbres y senderos. Conforme ascendemos nos topamos con los hayedos y el pino negro hasta llegar a la cumbre donde predominan los prados y matorrales. El Parque abre ante nosotros una gran variedad de sistemas naturales, con un mosaico vegetal muy variado y un gran número de enclaves singulares y ricos en diversidad biológica.

El otoño es la época del año cuando más variedades de hongos y especies micológicas podemos encontrar.

La red de senderos del Parque Natural del Moncayo es uno de los pilares básicos para el conocimiento de sus valores naturales además de permitir al visitante conocer, apreciar y respetar esos valores a través de sus experiencias. El otoño además es muy propicio para encontrar setas en los montes, es en esta época del año cuando más variedades de hongos y especies micológicas podemos encontrar.

La práctica totalidad de los senderos constan de una señal de inicio en la que se describen las características principales del itinerario (tiempo estimado, dificultad, recomendaciones, etc.), y una serie de señales direccionales en aquellos cruces más conflictivos. Existen también señales interpretativas y miradores a través de los cuales poder conocer los valores más destacados de cada recorrido. La red de senderos está formada por senderos peatonales y rutas ciclistas de trazado sencillo y dificultad moderada, que recorren los principales lugares de interés de la zona.

 

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