Historia y patrimonio de Santa María de Tudela
Historia y patrimonio de Santa María de Tudela
Tudela, una ciudad donde convergen las culturas a lo largo de la Edad Media, se erige como un tesoro de riqueza monumental bastante desconocido para el público general. Entre sus construcciones, destaca la imponente Catedral de Santa María, un monumento que se alza como testigo de la historia y la diversidad que ha marcado a esta ciudad a lo largo de los siglos. Te hablamos de ella.
Orígenes y concepción de Santa María de Tudela
La Catedral fue concebida como la Colegiata de Santa María, manteniendo este estatus hasta el año 1783, cuando Pío VI, a solicitud de Carlos III, la elevó a la dignidad de Catedral. Su construcción se remonta al final del siglo XII, coincidiendo con la destrucción de la Mezquita que ocupaba el espacio. El resultado es un edificio que es un testimonio viviente de la transición arquitectónica del románico al gótico.
La arquitectura
La Catedral sigue las tendencias de la arquitectura hispano-languedociana, influenciada por la orden del Cister. Construida en piedra sillar sobre los restos de la antigua mezquita mayor, presenta una planta de tres naves con un crucero de cinco tramos y una cabecera con un profundo ábside central. Las cubiertas, tanto para las naves laterales como para el crucero, se componen de bóvedas de crucería de nervios trebolados, decoradas con motivos vegetales, florales y heráldicos.
El interior
Adentrarse en la Catedral es descubrir un universo artístico. El Altar Mayor, epicentro de la celebración eucarística, simboliza el misterio de la muerte y resurrección de Jesús. El retablo mayor, de estilo gótico, rinde homenaje a la Virgen, cuya advocación es la esencia misma del templo.
En el interior, las capillas revelan la diversidad de estilos que han dejado su huella a lo largo de los siglos. Desde la Virgen Blanca del siglo XII hasta la capilla de San Joaquín con el Retablo de Santa Catalina, el arte se despliega en cada rincón.
Y desde la Capilla de la Virgen de la Esperanza hasta las capillas barrocas de la Dolorosa y Santa Ana, cada rincón cuenta una historia. La relación de los tudelanos con la Catedral es profunda, especialmente con la patrona Santa Ana, cuya capilla es el verdadero corazón de la ciudad. El coro renacentista, tallado por Esteban de Obray, y el trascoro con pinturas murales dan vida al interior de la Catedral.
La Sacristía y la Sala Capitular, construidas en la época barroca, añaden otra capa de riqueza artística. Finalmente, pese a estar ya en el exterior, La Torre Nueva, del siglo XVII, se alza como un campanario espectacular, integrado a la fisonomía de Tudela.
Restauraciones y renovaciones
En sus más de 800 años de existencia, la Catedral ha sido testigo de eventos familiares y ciudadanos destacado, aunque también ha necesitado restauraciones. La Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra, con el respaldo del Gobierno de Navarra y la Fundación Caja Navarra, ha dirigido la mayor restauración, asegurando que este tesoro arquitectónico perdure en el tiempo.
Ven a descubrir la catedral de Santa María
La Catedral de Santa María de Tudela es más que un monumento; es un testimonio vivo de la historia y la cultura que ha marcado a esta ciudad. Al hospedarte en el Hotel Santamaría, te invitamos a conocer en la majestuosidad de nuestro patrimonio, a explorar sus detalles artísticos y a sentir la conexión única que nosotros, los tudelanos, tenemos con nuestra Catedral. Reserva ahora tu habitación y haz de tu visita a Santa María de Tudela una experiencia espectacular.
Orígenes y concepción de Santa María de Tudela
La Catedral fue concebida como la Colegiata de Santa María, manteniendo este estatus hasta el año 1783, cuando Pío VI, a solicitud de Carlos III, la elevó a la dignidad de Catedral. Su construcción se remonta al final del siglo XII, coincidiendo con la destrucción de la Mezquita que ocupaba el espacio. El resultado es un edificio que es un testimonio viviente de la transición arquitectónica del románico al gótico.
La arquitectura
La Catedral sigue las tendencias de la arquitectura hispano-languedociana, influenciada por la orden del Cister. Construida en piedra sillar sobre los restos de la antigua mezquita mayor, presenta una planta de tres naves con un crucero de cinco tramos y una cabecera con un profundo ábside central. Las cubiertas, tanto para las naves laterales como para el crucero, se componen de bóvedas de crucería de nervios trebolados, decoradas con motivos vegetales, florales y heráldicos.
El interior
Adentrarse en la Catedral es descubrir un universo artístico. El Altar Mayor, epicentro de la celebración eucarística, simboliza el misterio de la muerte y resurrección de Jesús. El retablo mayor, de estilo gótico, rinde homenaje a la Virgen, cuya advocación es la esencia misma del templo.
En el interior, las capillas revelan la diversidad de estilos que han dejado su huella a lo largo de los siglos. Desde la Virgen Blanca del siglo XII hasta la capilla de San Joaquín con el Retablo de Santa Catalina, el arte se despliega en cada rincón.
Y desde la Capilla de la Virgen de la Esperanza hasta las capillas barrocas de la Dolorosa y Santa Ana, cada rincón cuenta una historia. La relación de los tudelanos con la Catedral es profunda, especialmente con la patrona Santa Ana, cuya capilla es el verdadero corazón de la ciudad. El coro renacentista, tallado por Esteban de Obray, y el trascoro con pinturas murales dan vida al interior de la Catedral.
La Sacristía y la Sala Capitular, construidas en la época barroca, añaden otra capa de riqueza artística. Finalmente, pese a estar ya en el exterior, La Torre Nueva, del siglo XVII, se alza como un campanario espectacular, integrado a la fisonomía de Tudela.
Restauraciones y renovaciones
En sus más de 800 años de existencia, la Catedral ha sido testigo de eventos familiares y ciudadanos destacado, aunque también ha necesitado restauraciones. La Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra, con el respaldo del Gobierno de Navarra y la Fundación Caja Navarra, ha dirigido la mayor restauración, asegurando que este tesoro arquitectónico perdure en el tiempo.
Ven a descubrir la catedral de Santa María
La Catedral de Santa María de Tudela es más que un monumento; es un testimonio vivo de la historia y la cultura que ha marcado a esta ciudad. Al hospedarte en el Hotel Santamaría, te invitamos a conocer en la majestuosidad de nuestro patrimonio, a explorar sus detalles artísticos y a sentir la conexión única que nosotros, los tudelanos, tenemos con nuestra Catedral. Reserva ahora tu habitación y haz de tu visita a Santa María de Tudela una experiencia espectacular.